TÍTULO ORIGINAL: Barbarella
DIRECTOR: Roger Vadim
AÑO: 1967
DURACIÓN: 98 minutos
PAÍS: Francia-Italia
GUIÓN: Terry Southern
Sobre el Cómic de Jean-Claude Forest)
MÚSICA: Maurice Jarre
FOTOGRAFÍA: Claude Renoir
PRODUCTORA: Coproducción Francia-Italia; Dino De Laurentiis.
Distribuida por Paramount Pictures
GÉNERO: Ciencia ficción
REPARTO: Jane Fonda, John Phillip Law, Marcel Marceau, David Hemmings, Ugo Tognazzi, Anita Pallenberg, Milo O’Shea
SINOPSIS (by.Oxkarth): En un futuro muy lejano, la «astro-navigatrix» Barbarella, es designada por el gobierno de la Tierra para viajar hasta un planeta situado en las regiones desconocidas de Tau-Ceti. Allí deberá localizar a Durán Durán, un científico que ha inventado el «rayo positrónico», arma de inmenso poder. Barbarella deberá devolverle a la Tierra para evitar que tal arma pueda acabar con la paz del Universo.
COMENTARIO (by.Oxkarth): ¿Qué podemos esperar de una película que en las primeras escenas nos muestra un astronauta realizando una suerte de «strip-tease» espacial a gravedad «cero»? Pues que sea cualquier cosa menos algo aburrido. Y cuando poco después descubrimos que «el astronauta» en cuestión es la mismísima Jane Fonda, la cosa gana en interés…
Para esta película, de producción franco-italiana, Dino de Laurentiis rodeó a Jane de una pléyade internacional de actores. Ved si no es internacional: Ugo Tognazzi (italiano); Milo O’Shea (irlandés); John Phillip Law (americano); Anita Pallenberg (germano-italiana); Marcel Marceau (francés).
En 1956 Roger Vadim realizó «Et Dieu… créa la femme», con Briggite Bardot como protatonista, su esposa en aquel momento. En 1968 estrena «Barbarella» con Jane Fonda como estrella, su esposa en aquel otro momento… parece que a Roger le gustaba «lucir» a sus cónyuges…
Jane Fonda no era ninguna recién llegada al cine. Desde 1960 había trabajado en más de una docena de películas entre las que destaca «Cat Ballou». Pero fue «Barbarella» el film que la convirtió en un «sex-symbol» a escala mundial.
Porque es el sexo (bastante inocente por otra parte) el ingrediente más presente en el film. La pobre Barbarella es tan… buena, que no sabe «decir que no»; ya sea al sexo practicado al aséptico modo de la Tierra del futuro o al «tradicional» practicado en Tau Ceti.
La película es un mero «divertimento» para mayor gloria de Jane, pero no sería justo relegarla sólo a eso. Sin que el guión sea una maravilla, ni consiga sorprender a cinéfilos avezados (se adivina que está basado en un «comic»), la trama se hace entretenida; los decorados (tanto interiores como exteriores están muy conseguidos, siendo su estilo algo híbrido entre el minimalismo y el «art nouveau») y la música (de Maurice Jarre) acompaña muy apropiadamente.
Un film psicodélico-sexy-pinturero que refleja fielmente la época de su realización: los lisérgicos sesenta.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Watson
Coincido con el comentario de Oxkarth, aunque no se refirió a la que es probablemente la escena más famosa de la película: la máquina que causaba placer hasta la muerte… Una muerte que cualquier hijo de vecino desearía, en todo caso («¡Snus-Snus!»)
Cisplatino
Que mujer tan hermosa!
Una película extraordinaria en el sentido estricto de la palabra.
Gracias DCC