Two of a Kind | Columbia Pictures
Director: Henry Levin
Estrellas principales: Edmond O’Brien, Lizabeth Scott
Actores de reparto: Terry Moore, Alexander Knox, Griff Barnett, Robert Anderson, Virginia Brissac
Género: Cine Negro. Thriller | Crimen
Metraje: 01:15:02
Nacionalidad:

Siempre he pensado que el cine negro de Henry Levin tenía potencial, el ejemplo lo tenemos en Two of a Kind de 1951, y es que la premisa de este noir es más que tentadora. Tres estafadores, la bella Brandy (Lizabeth Scott), Mike (Edmond O’Brien) y el abogado de la familia McIntyre Vincent (Alexander Knox), los tres forman un plan para opoderarse de la fortuna de los McIntyre. Su objetivo es suplantar al hijo perdido de la pareja, para poder reclamar una enorme herencia.

El abogado de los McIntyre, Vincent, lleva mucho tiempo a cargo de la búsqueda del niño, el ve la oportunidad de hacerse con los millones de la familia McIntyre, Brandy y él solo necesitan encontrar al fulano adecuado para suplantar al hijo pródigo. Hombre blanco, treinta y tantos años, del área de Chicago, criado en un orfanato, y con arrestos suficientes para cortarse el meñique para alcanzar una gran recompensa, el tipo no es otro que Mike (Edmond O’Brien).

En general el elenco es sólido como una roca, Terry Moore, Griff Barnett y Alexander Knox, y si a eso le añadimos dos iconos del noir como Lizabeth Scott y Edmond O’Brien blanco y en botella: estamos ante una buena película. Two of a Kind se establece como un noir desde el principio, se mueve con entusiasmo y se caracteriza por unos diálogos duros, un film es de metraje breve, 75 minutos muy interesantes y con muchos aspectos de serie b.

La gran Lizabeth Scott es la bad girl (chica mala) de este noir, ella no escatima en recursos para llegar a su gran propósito: agarrar un buen montón de pasta. Con una buena estafa entre manos, esta rubia peligrosa tiene como cómplice a un tipo sin escrúpulos, un abogado con instinto asesino llamado Vincent Mailer interpretado por un secundario de los de siempre, el actor Alexander Knox.

Edmond O’Brien es Michael Farrell, el tercer estafador en discordia y suplantador del hijo desaparecido, un pobre diablo que se adapta excesivamente a las reglas y deseos de Brandy, pero a pesar de todo es un tipo con un fondo honesto. De O’Brien me gusta que siempre termina cayendo bien al espectador, da lo mismo el personaje que tenga entre manos.

Two of a Kind de 1951 es una buena oportunidad para disfrutar de una de las grandes damas del cine negro de finales de 40 y comienzos de los 50, la maravillosa Lizabeth Scott. Siempre tan misteriosa, seductora y de turbio pasado.

SÓLO POR VER A SCOTT YA VALE LA PENA

VALORACIÓN DE IMDb

MI VALORACIÓN

ESPERO QUE LA DISFRUTES CINÉFILO…
¡APAGA LA LUZ QUE YA EMPIEZA SABADOCINE!

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