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La Mano en la Trampa (1961) Latino
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SINOPSIS …………………………………..Terminados sus estudios en un internado, Laura (Elsa Daniel) regresa a la sombría casa donde vive con su madre y su tía. Sabe que en el desván vive escondido un ser del que la familia se avergüenza. Con la ayuda de su novio (Leonardo Favio) acaba descubriendo quién habita en ese desván y qué secreto le ocultan todos. (FILMAFFINITY)
Premios
1961: Festival de Cannes: Premio FIPRESCI
Título original La mano en la trampa
Año 1961
Duración 91 min.
País Argentina
Dirección Leopoldo Torre Nilsson
Guion Beatriz Guido, Ricardo Muñoz Suay, Ricardo Luna, Leopoldo Torre Nilsson (Novela: Beatriz Guido)
Música Atilio Stampone, Cristóbal Halffter
Fotografía Alberto Etchebehere, Juan Julio Baena
Reparto
Elsa Daniel, Francisco Rabal, Leonardo Favio, María Rosa Gallo, Berta Ortegosa, Hilda Suárez, Enrique Vilches, María Puchol, María del Pilar Armesto, Mirtha Dabner, Mirko Alvarez, Mariela Reyes, Beatriz Matar, Hugo Caprera, Carucha Lagorio, Losa Marchi, Alejo Rodríguez Crespo, Pedro Claver, Francisco Iribarren, Rosmarie Allers, Ramona Lloveras, Pedro Klalnee
Productora Coproducción Argentina-España; Producciones Ángel / Unión Industrial Cinematográfica (UNINCI) / UNINCI, Madrid
Género Intriga. Drama
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Jonas: Sigo con Torre Nilsson. Quizá sea su propia visión del cine la que mejor alcance a definir una obra y una personalidad tan apasionantes como complejas: “No quiero –dijo Torre Nilsson- formar parte de un cine-píldora digestiva. No quiero hacer una película para que un indonesio digiera su comida y otra para que rían los que habitan la zona norte de Avellaneda. Ni transpirar por un film que congregará vastos auditorios de Cuba porque la protagonista tiene un hermano que es propietario de la zapatería más importante de La Habana. Quiero hacer un cine que tenga patria, sí, eso. Un cine que ande parásito entre las afligentes tinieblas de un mundo en descomposición. Intuyendo, ganando pequeñas y tremendas batallas para el espíritu, gritándonos que el hombre todavía no ha sido derrotado por el hombre. Ajeno a superficiales modismos de presuntas minorías. Vital y sangrante. Vivo y necesario. Ni cine-teatro, ni cine-pintura, ni de vanguardia, ni de masas. Un cine cálido y auténtico, producto de mi soledad, mi oficio y mi tristeza.” Más claro…
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